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La Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural lleva solicitando que las normas y leyes se adapten a las características de los pequeños municipios, desde mucho antes del coronavirus  

ARENALES DE SAN GREGORIO.-   La Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural (RECAMDER) ha valorado de forma muy positiva el hecho de que se haya tenido en cuenta la realidad de los pequeños municipios en la desescalada del confinamiento por coronavirus.

El presidente de RECAMDER, Jesús Ortega, ha señalado que “el mundo rural tiene particularidades muy concretas y características propias, por lo que es lógico que sean tenidas en cuenta ya que muchas de las medidas o las leyes que se aplican en el mundo urbano no tienen sentido en los pueblos”.

Ortega ha señalado que la exención del cumplimiento de las franjas horarias en los pueblos de menos de 5.000 habitantes para las salidas a la calle o el hecho de que las personas que poseen un pequeño huerto puedan salir a cuidarlo desde la fase 0 de confinamiento, “supone un gran alivio para quienes viven en el mundo rural y evidencian que el mundo rural tiene una personalidad propia y diferente a las grandes ciudades, porque aquí el coronavirus no ha hecho estragos y porque es mucho más fácil mantener la distancia social y el resto de medidas de seguridad”.

El presidente de RECAMDER ha resaltado que de los 919 municipios que existen en Castilla-La Mancha, un total de 845 (el 91,95%) son menores de 5.000 habitantes. En ellos, residen 642.460 habitantes, lo que representa el 31,60% del total de población de Castilla-La Mancha.             

Jesús Ortega ha recalcado que “desde RECAMDER se ha solicitado en múltiples ocasiones y desde hace mucho tiempo, que las normas se adapten al mundo rural y ha tenido que ser esta epidemia la que ha abierto la puerta a esta posibilidad ya que por primera vez las medidas tomadas a nivel nacional tienen en cuenta la realidad de los pequeños municipios”.

En este sentido, Jesús Ortega confía en que “le lección aprendida perdure y se aplique a otros ámbitos, porque para el futuro del mundo rural es esencial que se legisle sin dar la espalda al medio rural y sin meter en el mismo saco a las personas y empresas ubicadas en las grandes ciudades y a las que residen en nuestros pueblos”.

Como ejemplo, Ortega ha recordado algunas de las reivindicaciones recogidas en el Manifiesto de Sigüenza, entre las que se encuentran bonificaciones y reducciones fiscales, un reglamento específico de la Ley de Ordenamiento del Territorio y de la Actividad Urbanística (LOTAU) para atender las necesidades del medio rural, ayudas superiores a la creación de empleo en el entorno rural, bonos rurales en determinados servicios y más financiación para las corporaciones locales.