Huete, 22 de julio de 2020. La Junta Directiva del Grupo de Acción Local (GAL) CEDER Alcarria Conquense ha retomado la actividad presencial celebrando la primera reunión tras la etapa de Estado de Alarma y confinamiento por la crisis sanitaria global causada por la pandemia de COVID-19. En esta se abordaron cuestiones de tramitación ordinaria de los distintos expedientes de las Convocatorias LEADER 2014/2020 y aprobaron la ampliación de los plazos de resolución por parte del Grupo de las tres convocatorias de la segunda asignación —para proyectos productivos, no productivos y productivos intermedios—  así como de los plazos que tienen los promotores para la tramitación de los proyectos pendientes de certificar incluidos en la primera asignación, teniendo en cuenta la paralización de los procesos por el Estado de Alarma.

También dieron cuenta de las acciones desarrolladas durante estos meses por el GAL para apoyar a los profesionales sanitarios y a la población del territorio durante la pandemia, tanto a través de la Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural (Recamder) como del propio Grupo, y con el respaldo de la Fundación Globalcaja Cuenca, entidad que ha contribuido mediante una ayuda económica.

 

Por otra parte, se informó de la ayuda solicitada a la Diputación Provincial de Cuenca para los Grupos de Acción Local y de las iniciativas de promoción del turismo y del mundo rural que se están llevando a través de Recamder que, en colaboración con CMM Media, ha puesto en marcha una campaña para ensalzar el medio rural de Castilla-La Mancha desde diferentes ámbitos y atraer a visitantes y potenciales nuevos habitantes. Bajo el lema ‘Ven y, si te gusta, quédate’, está llevando a cabo diversas acciones que dan a conocer el patrimonio natural, histórico y cultural de los 884 pueblos integrados en la Red, difundiendo sus fiestas y tradiciones, sus atractivos turísticos y algunos de los proyectos emprendedores en estos territorios.

Observatorio Astronómico en  Bonilla y Bodega ‘Vinos Artesanos Altomira’ en Mazarulleque

Durante la reunión, notificaron los expedientes certificados y ayudas pagadas desde la última Junta Directiva, entre ellos los proyectos de la almazara de Vellisca, promovido por la empresa Olivares de Altomira, el Centro de Interpretación e Iniciativas (CIEI) y la señalización de rutas turísticas del Ayuntamiento de Barajas de Melo y dos proyectos de animación comarcal desarrollados por el propio Grupo, entre ellos el programa de rutas ‘Descubre el patrimonio. Haciendo Comarca’.

Por último, destacaron la certificación final de otras dos iniciativas relacionadas con el aumento del interés turístico de la Alcarria Conquense. Una de ellas es la mejora de las instalaciones y accesos al Observatorio Astronómico de Bonilla, realizado por la Agrupación Astronómica de Madrid, a quien el Ayuntamiento de Huete cedió los terrenos en 2010. Otra es la puesta en marcha de la microbodega ‘Vinos Artesanos Altomira’ en Mazarulleque (El Valle de Altomira) cuyos promotores, gracias a la subvención concedida por el GAL, han podido invertir en la infraestructura, las instalaciones y la maquinaria necesaria para ejercer la actividad de bodega y elaborar y comercializar vino ecológico y artesanal conservado en cueva. Los promotores, además de la inversión en la bodega, han recuperado espacios urbanos y paisajísticos singulares que históricamente se habían dedicado a la producción vitivinícola (una cueva-bodega subterránea) y ofrecen catas comentadas con recorridos históricos por la localidad en los que explican el proceso de elaboración de los caldos desde sus antepasados hasta la actualidad, poniendo en valor esta tradición y dando a conocer la historia y el patrimonio de Mazarulleque. Su gerente Maribel Fernández, señala que han querido contribuir con la "dinamización socioeconómica" de la comarca como parte de lo que se ha denominado la "España vacía", en peligro de despoblación pese a sus "atractivos naturales, patrimoniales y arqueológicos" y a sus productos naturales de "extraordinaria calidad". Aclara que han optado por invertir en su pueblo para ponerlo en el mapa y colaborar en que se mantenga el tejido social y productivo, para no perder la conciencia de la identidad rural y hacer valer "una vida sostenible y habitable con pocos medios y con tecnología”.